Alquiler de coches Dublín

La ciudad de los (casi) mil pubs, la ciudad de la cultura festiva, la ciudad de los escritores, la ciudad verde. Dublín tiene muchos apodos, pero lo bueno es que ninguno de los mencionados anteriormente prevalece. Bueno, a lo mejor lo de los pubs...Pero seamos sinceros: ¿qué podría ser más divertido después de horas dando vueltas por la ciudad, por sus museos, parques o tiendas, que recobrar fuerzas en un pub tradicional donde corre la Guinness?

El Río Liffey es el alma de la ciudad, y el centro histórico de Dublín se sitúa en su orilla sur. Aquí se encuentra el Castillo de Dublín, en el lugar en el que los normandos construyeron su primer fuerte. De este fuerte original solamente queda la Torre Record, y también hay restos del castillo normando y las murallas vikingas. El resto del castillo data de los siglos XVIII y XIX. En otras palabras, de cuando los británicos gobernaban Irlanda, por lo que era un edificio que los irlandeses odiaban, un símbolo de opresión.

Más al este encontrará las plazas más hermosas de la ciudad, la gran Merrion Square y Fitzwilliam Square, más pequeña, con bonitas casas gregorianas. Un comerciante de vinos solía vivir en el número 29 de Merrion Square y en la actualidad la casa ha sido restaurada hasta el más pequeño detalle para representar su vida y cómo eran los hogares del siglo XVIII. Durante los meses de verano suele haber conciertos en esta plaza.

Como es de esperar, en Dublín hay una iglesia dedicada a el santo patrón de la ciudad, que también es la iglesia más grande de la ciudad. La Catedral de San Patricio es el lugar donde este santo bautizaba a los irlandeses. En la parte oeste del edificio podrá observar una piedra con una cruz céltica, que se utilizaba para cubrir la pila bautismal. La Catedral de la Santísima Trinidad es más antigua, con algunas partes que datan de los siglos XII y XIII. Sin embargo, gran parte de la construcción es más reciente. Un puente conecta la catedral al Synod Hall. Aquí podrá disfrutar de una interesante exposición multimedia sobre la historia de Dublín.

Temple Bar es un barrio en el casco antiguo de la ciudad, en la orilla sur del río, donde hay pubs (en los que a menudo se toca música en directo), clubs de comedia, restaurantes y galerías de arte. También podrá encontrar muchos artistas callejeros. Se trata de un distrito con una gran oferta de ocio, y cuyas calles todavía están pavimentadas con adoquines. Desde esta zona podrá acceder al Ha'Penny Bridge para cruzar el río. El puente lleva ese nombre porque anteriormente había que pagar un peaje de medio penique para poder cruzarlo. Por las noches, el puente cuenta con una preciosa iluminación.

Cuando cruce a la orilla norte podrá ver la enorme aguja de acero, en el cruce de O'Connell Street y Henry Street. Es una obra de arte que fue colocada en 2003 y cuyo nombre oficial es el Monumento de la Luz, porque tiene una luz en su punto más alto. Los dublineses también se refieren a él como el Spire o con el nombre menos halagador de The Stiletto of the Ghetto, o "el tacón de aguja del barrio".

El Parque Fénix era originalmente un terreno de caza para la realeza, pero en la actualidad es uno de los parques urbanos más grandes de Europa. Suele estar muy concurrido los fines de semana. Aquí la gente juega al críquet, al fútbol o al polo o disfrutan de un picnic entre los ciervos que se pasean libremente. En el interior del Castillo Ashtown, que data del siglo XVII, encontrará un centro de información donde podrá averiguar cuándo y dónde se celebran los conciertos al aire libre en el parque. En la zona este del Parque Fénix está el Zoo de Dublín. Después de una extensa renovación, se ha vuelto a convertir en un bonito zoológico que visitar, sobre todo si viaja con niños.

Dublín y sus alrededores

Dublín es una ciudad verde, con hermosos parques y jardines. Uno de los más bonitos es St. Stephen's Green, un regalo de la familia Guinness. Además de sus muchos árboles, arbustos y alfombras de flores, podrá observar las estatuas de James Joyce y Henry Moore. En los alrededores de la capital irlandesa también hay otros ejemplos de lo verde que es Irlanda como, por ejemplo, las Montañas Wicklow al sur de Dublín. Una de las rutas más destacadas que podrá realizar con su coche de alquiler es la que se conoce como "Military Road". La carretera, estrecha y sinuosa, le llevará a través de un magnífico paraje.

Al sureste de Dublín hay algunos complejos marítimos que le harán creer que ya no está en Irlanda, ya que se asemejan más a las playas del mediterráneo. Las playas empiezan en Killiney, a unos 20 minutos en coche de Dublín, y continúan hasta llegar a Bray. Estos lugares están conectados por la carretera costera Vico Road. En Bray podrá encontrar el Centro Nacional de Vida Marina, cuyo tema principal es la vida marina del Mar de Irlanda.

Si toma la M9 desde Dublín hacia el suroeste llegará a Kilkenny, la capital de Irlanda durante la Edad Media. Una hermosa ciudad antigua que incluye un castillo normando y la Catedral de San Canice, de hace ocho siglos.

Al norte de Dublín hay mucho más por descubrir, como por ejemplo los paseos por los escarpados acantilados de la península de Howth, o las tumbas de seis mil años de Bruna Boinne y Knowth.

Aparcamiento

El centro de la ciudad suele ser muy ajetreado. Además, muchas calles tienen un sistema de tráfico en una sola dirección, lo que dificulta saber en qué dirección se va. En el centro podrá aparcar en la calle si compra un ticket en una máquina expendedora. Si supera el tiempo de aparcamiento se arriesga a que le pongan un freno de disco y una elevada multa. Es mejor que aparque el coche en uno de los garajes de estacionamiento.

El aeropuerto de Dublín se encuentra a diez kilómetros al norte de la capital irlandesa. Se puede llegar fácilmente al Aeropuerto de Dublín con un coche de alquiler: está situado justo al lado de la autopista M1, que conecta la carretera de circunvalación de Dublín (M50)